12/10/07

Putin intenta apagar descontento popular por subida precios de cara comicios

El presidente ruso, Vladímir Putin, dispuso hoy subir las pensiones de vejez, en una medida llamada a frenar el descontento popular en el país por el imparable aumento de los precios de los alimentos básicos.

El jefe del Kremlin ordenó al Gobierno subir la pensión básica 'en al menos 300 rublos (12 dólares, 8,5 euros)' a partir del 1 de diciembre, un día antes de las elecciones parlamentarias rusas, en vez de en febrero de 2008, como inicialmente estaba previsto.

'La misión del Estado, nuestra misión, es proteger a la gente, ante todo a los ciudadanos con menores ingresos, de este crecimiento de los precios, sean cuales sean sus causas', declaró Putin durante una reunión del Consejo de Estado, órgano consultivo del Kremlin.

Según en sondeo difundido hoy por la fundación Opinión Pública, el 94 por ciento de los rusos notaron el aumento de los precios de los alientos básicos en el último mes, y el 85 por ciento de ellos subrayaron que la subida afecta a la mayoría de los productos.

Un 78 por ciento de los 1.500 ciudadanos consultados en 44 de las 88 repúblicas y regiones rusas denunciaron que la subida de precios perjudicó seriamente la situación material de sus familias, y un 64 por ciento tuvo que renunciar a algunos productos básicos.

Entre los alimentos más encarecidos los encuestados mencionan la leche y los productos lácteos, el pan, los huevos, la carne y los embutidos, la harina, las pastas, el azúcar y la fruta, según el comunicado de la fundación difundido por la agencia Interfax.

El jefe del Servicio Sanitario y de Control del Consumo, Guennadi Onischenko, ordenó por su parte estudiar con urgencia en qué medida son accesibles para la población los alimentos básicos, ante todo los que forman la llamada 'cesta de la compra'.

Según la prensa, la inflación ya se cobró una primera víctima directa esta semana, cuando en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk un minusválido, indignado por el precio de la carne, apuñaló en un mercado a un vendedor.

El Gobierno reconoció que ha perdido el control de la inflación, al señalar el gobernador del Banco Central ruso, Serguéi Ignatiev, que la subida de los precios un 0,5 por ciento tan solo en la primera semana de octubre 'es muchísimo'.

Ignatiev admitió que la inflación anual será más del 8 por ciento proyectado, aunque aludió comentar si podría superar el 9 por ciento registrado en 2006.

'Lamentablemente, es muy probable que la inflación este año supere la de 2006', reconoció por su parte la nueva ministra de Desarrollo Económico y Comercio, Elvira Nabiúllina.

El grupo comunista de la Duma exigió hoy celebrar la semana que viene una reunión extraordinaria de esa Cámara de Diputados para estudiar el problema de los precios e invitar a la misma a representantes del Gobierno para que expliquen su política.

Putin en su discurso negó que esta crítica situación se deba exclusivamente al impacto de la situación en el mercado mundial y la atribuyó más bien al caos en el sector agrícola, pese a las cuantiosas inversiones del Estado.

Sin embargo, el economista liberal opositor Grigori Yavlinski opinó hoy que la inflación tiene un móvil político: la involución democrática, la corrupción y la 'restauración del sistema unipartidista', en alusión al partido del Kremlin, Rusia Unida.

La situación privilegiada de este partido, un conglomerado de funcionarios, gobernadores, políticos y empresarios sin otra ideología que la lealtad a Putin, ha provocado 'la fusión del monopolio político con el económico', denunció Yavlinski.

'Lo que ocurre no es una simple conjura de proveedores monopolistas, sino su fusión con el Estado', manifestó el economista en una rueda de prensa, según Interfax.

El Servicio Federal Antimonopolio de Rusia denunció el miércoles que ha descubierto 'acuerdos sobre precios entre compañías comerciales en al menos nueve regiones de Rusia'.
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Terra Actualidad/EFE/12/10/2007

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