21/8/07

Una fusión entre civiles y militares gestó las reformas en Defensa

En la Recoleta. De izquierda a derecha, Geovanny Benítez, Diego Núñez, Elena Nájera, Arturo Cabrera, Enrique Santos y el coronel Galo Cruz.

Foto: EL COMERCIO
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Christian Torres. Coordinador


¿Quiénes son los responsables de la propuesta de reformas a las FF.AA.?
La ministra de Defensa, Lorena Escudero, responde: “Yo y mi equipo de asesores”.
Es viernes. A las 08:00, los consejeros de la Ministra entran al complejo militar en La Recoleta, en el centro de Quito. Ellos ocupan una oficina, de dos pisos, muy cercana al despacho de Escudero. Para entrar hay que identificarse a través de un intercomunicador.


Adentro, el primer piso está dividido: a la derecha se ubican los delegados de las FF.AA: Edwin Luna (FAE), Diego Núñez (Marina), John Montesinos (Ejército), el capitán de Navío Geovanny Benítez (enlace con el Comando Conjunto y que será reemplazado por el coronel Luis Acosta). También está la oficina del jefe del Gabinete, coronel Galo Cruz.

A la izquierda van los despachos de los asesores civiles: Elena Nájera (experta en legislación); Javier San Martín (asesor económico), Enrique Santos (experto en asuntos políticos y de mediación), y Arturo Cabrera, quien es el enlace entre Cancillería y Defensa.

Aunque en Defensa el trabajo de asesores civiles no era extraño, desde la llegada de Guadalupe Larriva y luego de Escudero su presencia se consolidó.

Los asesores civiles y militares son el brazo derecho de la Ministra cuando tiene que presentar un informe y también para apuntalar las políticas de la Cartera.

La confianza que Escudero tiene en su Gabinete es evidente; comenta que su objetivo es profundizar el concepto de seguridad humana en la política de Defensa. Esta apuesta a largo plazo se inició con un plan de reforma constitucional a las FF.AA., para profundizar los derechos y obligaciones ciudadanas de los soldados. Entre ellas, para que puedan elegir autoridades políticas, se elimine la conscripción obligatoria...

El trabajo diario comienza con la revisión de la prensa nacional e internacional. Luego preparan los temas que se van a discutir.

El salón de debates está en el segundo piso. Es una oficina pequeña, con una mesa central, equipos de proyección y de computación.

El coronel Cruz se sienta en la cabecera y el resto se acomoda a su alrededor. Él dice que su trabajo nace de una agenda, donde los temas son tratados por prioridades. Para esa tarea, los asesores pueden convocar a un equipo ad hoc, que llega hasta los 20 militares especialistas en cada área.

Por ejemplo, esta semana analizaron los cambios en el servicio militar; para ese trabajo estuvieron abogados de la Dirección de Movilización. Luego, el análisis fue presentado a los asesores y finalmente a la Ministra.

Cerca de las 10:00, los asesores asisten a una reunión improvisada; hay risas y camaradería. Elena Nájera y Arturo Cabrera aseguran que han sido bien recibidos.

Es la primera ocasión que Nájera trabaja con militares, y dice que el aprendizaje es mutuo. En cambio, Cabrera -un diplomático de carrera y graduado en Harvard- ya conocía a las FF.AA. Fue profesor en la Academia de Guerra; uno de sus alumnos fue el ex presidente Lucio Gutiérrez. “Es una gran oportunidad para aplicar mi conocimiento académico”.

En el Gabinete uno de los asesores con más experiencia es Diego Núñez, de la Marina, que lleva tres años en el cargo. La labor de los militares, comenta, también es “para direccionar a los nuevos en los procedimientos de las FF.AA.”, pues la institución es jerarquizada y tiene protocolos internos.

“En las sesiones claro que hay disensos”, subraya Cruz. Pero está seguro que la presencia de los civiles sirve para analizar desde otra perspectiva y hallar soluciones a los problemas, muchas de ellas conseguidas en “tiempo récord”.

Empero, con los planes de reformas a las FF.AA. dentro y fuera de los cuarteles se percibe a la presencia de los civiles en Defensa como un canal para la politización. Varios militares consultados aseguran que las reformas presentadas nacieron de ellos.

Cruz niega esa versión. Para concretar las ideas se realizaron varias sesiones plenarias, en una de ellas con la Junta Consultiva de Defensa. Luego se redactó el proyecto que fue entregado por Escudero en julio pasado. La Ministra también dice que el debate interno en las FF.AA. fue amplio. “No venimos a imponer, estamos trabajando conjuntamente. Llegamos para acompañar y direccionar los procesos que estaban inmersos en la política de Defensa”.

En la sala de sesiones, se trata de alejar a toda costa cualquier duda sobre la politización de los cuarteles. Enrique Santos sostiene que el tema es un mito, pues los militares han tenido históricamente una opinión política, pero que no han existido los canales para que expresen su pensamiento. Ese espacio pudiera ser el derecho al voto.

La última palabra la tendrá la asamblea. En caso de que se niegue la propuesta hay un plan B. La Ministra y su equipo dicen que, en todo caso, la intención es que los soldados sean más ciudadanos.
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2 asesores dejaron el Gabinete
La ministra Lorena Escudero también cuenta con tres subsecretarios: el jurista Miguel Carvajal y el general Jorge Peña, y el capitán de navío, Fabián Rueda.

Para la conformación del Gabinete Ministerial, los nombramientos de los asesores civiles dependen de la Ministra; en el caso de los militares obedecen a procedimientos internos de las FF.AA.

Así por ejemplo, hay delegados de la milicia que son relevados cada dos años. Sobre ese caso, Carvajal aseguró que la política “ha sido proteger los procesos y la institucionalidad de las FF.AA.”.

Los consejeros civiles reciben un sueldo de USD 2 600, con los descuentos de impuestos, el IESS y otros rubros. Su salario está dentro de las categoría para asesores del Senres; en el caso de los militares su salario depende del rango. Los coroneles ganan 1 700.

Dos asesores dejaron el Ministerio: Paúl Vanegas, que es especialista en Economía, y Norman Wray, que ahora es candidato a asambleísta por el Movimiento País. Él era el asesor político.

Antes de la llegada de los civiles, el trabajo era realizado por coroneles de las tres ramas de las FF.AA. Ellos eran seleccionados según sus logros y especialidad.
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El Comercio-Ecuador/21/08/2007

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