Los pecados de los ex presidentes
La estatua del ex presidente mexicano Vicente Fox, que el sábado fue derribada y dañada por un grupo de opositores del Partido Revolucionario Institucional, fue develada ayer por militantes del Partido Acción Nacional en el estado de Veracruz, aunque la efigie luce sin la mano derecha y con raspones.
AP y AFP/El País
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Por: Lina Marcela Hernández S.
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Corrupción, abuso de poder y malversación de fondos son sólo algunas de las tentaciones ante las que sucumbieron varios líderes latinoamericanos.
Salió de Perú hacia Japón con la investidura presidencial y regresó siete años después a Lima como un reo que teme morir en prisión.
Fue el hombre que condujo los destinos de México luego del más largo gobierno unipartidista del siglo XX (el del PRI, por 70 años) y hoy está envuelto en un escándalo gigante por realizar lujosas remodelaciones en su rancho de Guanajuato.
Estos son los casos de Alberto Fujimori y Vicente Fox, quienes al lado de otros líderes latinoamericanos, tienen en común el papel de ex presidentes, y además el infortunio de ser recordados por sus extravagancias y mandatos que dejaron cortinas de corrupción y abuso de poder.
Esta parece ser la historia de varias carreras presidenciales que del brillo y las promesas de cambio pasaron a la deshonra, a los estrados judiciales y al escrutinio público.
Escándalo sexual
En el año 2001, Alejandro Toledo llegó a la Presidencia peruana para apagar el incendio prendió Fujimori. Toledo terminó su mandato con una popularidad del 50%. Hasta allí todo iba bien, pero esta semana el ex Mandatario fue acusado de violar a una joven de 22 años el 19 de septiembre, durante una reunión en casa de un amigo suyo.
“Toledo me amenazó con una botella antes de que yo saliera corriendo", contó la supuesta víctima, Diana Arévalo, en 'La Ventana Indiscreta' un programa del canal Frecuencia Latina. "Esas patrañas son fabricadas desde Palacio de Gobierno. El presidente Alan García esta metido en esto”, respondió Toledo desde la universidad de Stanford, en California, donde se dedica a labores académicas.
El caso ya está siendo investigado y mientras tanto en Perú se alistan para el megajuicio contra el recientemente extraditado Alberto Fujimori.
El miedo de Fujimori
En noviembre del 2000, el ex presidente peruano Alberto Fujimori se marchó a Japón con la excusa de un viaje diplomático. Una vez allí redactó una escueta carta de renuncia y la envió por fax a Perú. Siete años después ‘El Chino’, como se le conoce en Perú, regresó a Lima, pero en calidad de preso extraditado por la justicia chilena.
“Le aterroriza pensar que va a morir en la cárcel. Es una persona un poco mesiánica que además se cree el salvador del mundo y que por eso es intocable; pero el tema aquí es que es procesado por corrupción y violación de los derechos humanos", explica Luis Bromley, jefe del Instituto de Medicina Legal, encargado de controlar la salud de Fujimori por el Poder Judicial.
Fuertemente escoltado, Fujimori se vio obligado a abandonar el lujoso condominio en Santiago de Chile, en el que pasó los dos últimos años ajeno, tranquilo y sonriente como si nada pudiera perturbarlo. Ahora vive en una pequeña celda, al este de la capital peruana, a la espera de una sentencia que podría llegar a los 30 años.
“Casos como el de Fujimori en Perú o del mismo Toledo remiten a la baja institucionalidad y a la persistencia de sociedades donde la diferenciación entre lo público y lo privado es muy tenue. Muchos de quienes acceden al poder siguen considerando que los Estados son algo así como su finca privada”, explica Benjanmín Herrera, analista de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Fox el escritor
El hombre con impecable traje negro y corbata roja que aparece en la portada de un libro autobiográfico lanzado hace poco en Estados Unidos es Vicente Fox.
Por obvias razones, en ninguna de las 375 páginas de La Revolución de la Esperanza se hace referencia a los nuevos y lujosos arreglos de su residencia campestre. Y es que si su esposa, Martha Sahagún, no hubiera sucumbido ante el pecado de la vanidad, tal vez el ex Presidente habría pasado decorosamente a la historia.
Unas fotografías publicadas en Socialité, una revista especializada en la élite mexicana y europea, muestran a una sonriente Marta Sahagún, presumiendo de la residencia familiar, una elegante construcción erigida sobre lo que fuera una modesta casa campirana en el estado de Guanajuato.
Lo más sospechoso del asunto es que en el 2006, durante el último año de mandato de Fox el gasto total de la Presidencia ascendió a más de US$150.782.
La comisión especial que se creó para investigar los bienes del ex Presidente sostiene que la ostentosa remodelación del rancho San Cristóbal es la punta del iceberg de un caso de enriquecimiento ilícito y abuso de poder en la administración Fox.
“Fox debe ir a la cárcel. Ustedes ven la transformación que tuvo un racho en seis años", dice Emilio Gamboa, del Partido Revolucionario Institucional, PRI.
“Los desmanes de los presidentes durante sus gobiernos se potencian si se tiene en cuenta que el acceso a las arcas del Estado es por poco tiempo y quienes ejercen el poder buscan maximizar sus ganancias”, explica el analista Lorenzo Reyes.
Otros escándalos
Entre 1997 y el 2002, Arnoldo Alemán protagonizó en Nicaragua un gobierno caracterizado por la corrupción y el mal manejo de los fondos públicos. En diciembre del 2003, después de un juicio seguido fielmente por la prensa, Alemán ingresó a una cárcel de Managua para cumplir una condena de 20 años por lavado de dinero y fraude.
Desde marzo guarda prisión con un polémico permiso de convivencia familiar que le permite circular por Managua, algo así como "ciudad por cárcel".
El sociólogo nicaragüense Óscar René Vargas explica que actualmente prevalece una cultura del enriquecimiento fácil y rápido. “En muchos países se han reducido las tasas de impuestos para quienes tienen mayores recursos. Además está el boom de las privatizaciones a bajos costos. En ese escenario, los gobernantes aprovechan las licencias que su investidura les otorga para hacer negocios personales”, asegura Vargas.
A la lista negra de ex mandatarios en América Latina se suma Miguel Ángel Rodríguez, el ex presidente de Costa Rica, involucrado en el Caso Alcatel, un negocio en el que el ex gobernante recibió una comisión, luego de que esa compañía ganara una licitación para instalar una red de telefonía móvil.
También Carlos Salinas de Gortari, presidente de México entre 1988 y 1994, ha sido vinculado a actos de corrupción. Pero dichas vinculaciones no han sido esclarecidas, porque algunas leyes mexicanas dificultan la investigación de un posible desvío de recursos a cuentas de su hermano Raúl, existentes en Suiza.
Otro que cayó en desgracia es el boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, quien es acusado de genocidio por la muerte de 63 personas durante la represión policial de una serie de protestas sociales, que lo llevó a dimitir el 17 de octubre de 2003.
“El tema tiene que ver con la corrupción política como fenómeno característico de sociedades en vías de desarrollo, que no tienen control social y político. La investidura presidencial no está en crisis, lo que debe analizarse son las causas concretas que han perdido a muchos ex presidentes”, dice el analista político Jaime Rosental.
Crisis de la figura presidencial, corrupción, enriquecimiento, excesos o no, muchos gobernantes latinoamericanos llegan al poder para defender sus propios intereses, que paradojicamente no son los mismos de las mayorías que los eligen.
Las cifras
Salió de Perú hacia Japón con la investidura presidencial y regresó siete años después a Lima como un reo que teme morir en prisión.
Fue el hombre que condujo los destinos de México luego del más largo gobierno unipartidista del siglo XX (el del PRI, por 70 años) y hoy está envuelto en un escándalo gigante por realizar lujosas remodelaciones en su rancho de Guanajuato.
Estos son los casos de Alberto Fujimori y Vicente Fox, quienes al lado de otros líderes latinoamericanos, tienen en común el papel de ex presidentes, y además el infortunio de ser recordados por sus extravagancias y mandatos que dejaron cortinas de corrupción y abuso de poder.
Esta parece ser la historia de varias carreras presidenciales que del brillo y las promesas de cambio pasaron a la deshonra, a los estrados judiciales y al escrutinio público.
Escándalo sexual
En el año 2001, Alejandro Toledo llegó a la Presidencia peruana para apagar el incendio prendió Fujimori. Toledo terminó su mandato con una popularidad del 50%. Hasta allí todo iba bien, pero esta semana el ex Mandatario fue acusado de violar a una joven de 22 años el 19 de septiembre, durante una reunión en casa de un amigo suyo.
“Toledo me amenazó con una botella antes de que yo saliera corriendo", contó la supuesta víctima, Diana Arévalo, en 'La Ventana Indiscreta' un programa del canal Frecuencia Latina. "Esas patrañas son fabricadas desde Palacio de Gobierno. El presidente Alan García esta metido en esto”, respondió Toledo desde la universidad de Stanford, en California, donde se dedica a labores académicas.
El caso ya está siendo investigado y mientras tanto en Perú se alistan para el megajuicio contra el recientemente extraditado Alberto Fujimori.
El miedo de Fujimori
En noviembre del 2000, el ex presidente peruano Alberto Fujimori se marchó a Japón con la excusa de un viaje diplomático. Una vez allí redactó una escueta carta de renuncia y la envió por fax a Perú. Siete años después ‘El Chino’, como se le conoce en Perú, regresó a Lima, pero en calidad de preso extraditado por la justicia chilena.
“Le aterroriza pensar que va a morir en la cárcel. Es una persona un poco mesiánica que además se cree el salvador del mundo y que por eso es intocable; pero el tema aquí es que es procesado por corrupción y violación de los derechos humanos", explica Luis Bromley, jefe del Instituto de Medicina Legal, encargado de controlar la salud de Fujimori por el Poder Judicial.
Fuertemente escoltado, Fujimori se vio obligado a abandonar el lujoso condominio en Santiago de Chile, en el que pasó los dos últimos años ajeno, tranquilo y sonriente como si nada pudiera perturbarlo. Ahora vive en una pequeña celda, al este de la capital peruana, a la espera de una sentencia que podría llegar a los 30 años.
“Casos como el de Fujimori en Perú o del mismo Toledo remiten a la baja institucionalidad y a la persistencia de sociedades donde la diferenciación entre lo público y lo privado es muy tenue. Muchos de quienes acceden al poder siguen considerando que los Estados son algo así como su finca privada”, explica Benjanmín Herrera, analista de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Fox el escritor
El hombre con impecable traje negro y corbata roja que aparece en la portada de un libro autobiográfico lanzado hace poco en Estados Unidos es Vicente Fox.
Por obvias razones, en ninguna de las 375 páginas de La Revolución de la Esperanza se hace referencia a los nuevos y lujosos arreglos de su residencia campestre. Y es que si su esposa, Martha Sahagún, no hubiera sucumbido ante el pecado de la vanidad, tal vez el ex Presidente habría pasado decorosamente a la historia.
Unas fotografías publicadas en Socialité, una revista especializada en la élite mexicana y europea, muestran a una sonriente Marta Sahagún, presumiendo de la residencia familiar, una elegante construcción erigida sobre lo que fuera una modesta casa campirana en el estado de Guanajuato.
Lo más sospechoso del asunto es que en el 2006, durante el último año de mandato de Fox el gasto total de la Presidencia ascendió a más de US$150.782.
La comisión especial que se creó para investigar los bienes del ex Presidente sostiene que la ostentosa remodelación del rancho San Cristóbal es la punta del iceberg de un caso de enriquecimiento ilícito y abuso de poder en la administración Fox.
“Fox debe ir a la cárcel. Ustedes ven la transformación que tuvo un racho en seis años", dice Emilio Gamboa, del Partido Revolucionario Institucional, PRI.
“Los desmanes de los presidentes durante sus gobiernos se potencian si se tiene en cuenta que el acceso a las arcas del Estado es por poco tiempo y quienes ejercen el poder buscan maximizar sus ganancias”, explica el analista Lorenzo Reyes.
Otros escándalos
Entre 1997 y el 2002, Arnoldo Alemán protagonizó en Nicaragua un gobierno caracterizado por la corrupción y el mal manejo de los fondos públicos. En diciembre del 2003, después de un juicio seguido fielmente por la prensa, Alemán ingresó a una cárcel de Managua para cumplir una condena de 20 años por lavado de dinero y fraude.
Desde marzo guarda prisión con un polémico permiso de convivencia familiar que le permite circular por Managua, algo así como "ciudad por cárcel".
El sociólogo nicaragüense Óscar René Vargas explica que actualmente prevalece una cultura del enriquecimiento fácil y rápido. “En muchos países se han reducido las tasas de impuestos para quienes tienen mayores recursos. Además está el boom de las privatizaciones a bajos costos. En ese escenario, los gobernantes aprovechan las licencias que su investidura les otorga para hacer negocios personales”, asegura Vargas.
A la lista negra de ex mandatarios en América Latina se suma Miguel Ángel Rodríguez, el ex presidente de Costa Rica, involucrado en el Caso Alcatel, un negocio en el que el ex gobernante recibió una comisión, luego de que esa compañía ganara una licitación para instalar una red de telefonía móvil.
También Carlos Salinas de Gortari, presidente de México entre 1988 y 1994, ha sido vinculado a actos de corrupción. Pero dichas vinculaciones no han sido esclarecidas, porque algunas leyes mexicanas dificultan la investigación de un posible desvío de recursos a cuentas de su hermano Raúl, existentes en Suiza.
Otro que cayó en desgracia es el boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, quien es acusado de genocidio por la muerte de 63 personas durante la represión policial de una serie de protestas sociales, que lo llevó a dimitir el 17 de octubre de 2003.
“El tema tiene que ver con la corrupción política como fenómeno característico de sociedades en vías de desarrollo, que no tienen control social y político. La investidura presidencial no está en crisis, lo que debe analizarse son las causas concretas que han perdido a muchos ex presidentes”, dice el analista político Jaime Rosental.
Crisis de la figura presidencial, corrupción, enriquecimiento, excesos o no, muchos gobernantes latinoamericanos llegan al poder para defender sus propios intereses, que paradojicamente no son los mismos de las mayorías que los eligen.
Las cifras
- US$100 habrían sido saqueados de los fondos públicos durante el mandato de Arnoldo Alemán en Nicaragua.
- 5 diputados integran la comisión que investiga el presunto enriquecimiento ilícito de Vicente Fox.
- 2 delitos de sociación ilícita para delinquir y falsificación de documentos son imputados a Alejandro Toledo.
- US$147 costó la licitación que obtuvo Alcatel. Un caso que involucró al ex presidente de Costa Rica Miguel Ángel Rodríguez.
- 1 proceso por genocidio enfrenta el ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada.
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- 5 diputados integran la comisión que investiga el presunto enriquecimiento ilícito de Vicente Fox.
- 2 delitos de sociación ilícita para delinquir y falsificación de documentos son imputados a Alejandro Toledo.
- US$147 costó la licitación que obtuvo Alcatel. Un caso que involucró al ex presidente de Costa Rica Miguel Ángel Rodríguez.
- 1 proceso por genocidio enfrenta el ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada.
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El Pais - Colombia/15/10/2007
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